La osteopatía en el nacimiento y el parto.
El parto puede ser un trauma para el bebé. Demasiado largo o demasiado corto, puede perturbar el funcionamiento normal de las estructuras craneales y perturbar el desarrollo. Si es un parto largo o complicado, y se necesitan espátulas, fórceps, ventosas, esto influenciará las estructuras craneales y puede ocasionar disfunciones funcionales inmediatos o en el futuro. A menudo los recién nacidos nacen con la cabeza un poco deformada, un ojo más cerrado que otro, una oreja más hacia delante que otra, el occipital plano ...se suele decir que “todo se pondrá en su sitio solo”. Pero a menudo en estos casos el bebé tiene una o varias disfunciones osteopáticas, causando trastornos funcionales.
¿Cuándo debemos consultar al osteópata?
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cuando el parto ha sido con epidural
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cuando el parto ha sido demasiado largo (más de 8 horas) o demasiado corto (menos de dos horas)
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en caso de embarazo gemelar
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si ha nacido de nalgas
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si ha habido una fuerte tracción de la cabeza
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cuando el cordón umbilical se ha enrollado en el cuello
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cuando el bebé nace prematuro
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si la expulsión ha necesitado una fuerte presión sobre el abdomen de la madre
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si ha habido fórceps, ventosa, espátulas o en caso de cesárea
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en caso de sufrimiento fetal
Aprender a observar el bebé y consultar el osteópata cuando:
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se tira hacia atrás cuando lo cogemos en brazos o cuando le damos el pecho
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el bebé está tenso (manos o brazos tensos)
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se sobresalta al menor ruido
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duerme poco
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regurgita, no digiere bien y está muy alterado después de darle el pecho
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le cuesta mamar
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tiene una mala postura o asimetría de sus caderas, piernas o pies
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mantiene siempre un estrabismo divergente o convergente
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tiene trastornos otorrinolaringólogos a repetición: otitis, bronquitis, respiración ruidosa, etc.
Una exploración muy delicada de las diferentes movilidades fisiológicas (cráneo, sacro, abdomen...) detectaran fácilmente las disfunciones osteopáticas que son la causa de estas dolencias.